Por su parte, los productos non food sólidos —como lápices, tornillos o pilas— o en polvo —como la masilla o el detergente— precisan también un envase resistente. Estos artículos suelen integrarse en envases primarios como bolsas, cajas plegables, latas, blísteres, envases termoconformados o frascos antes de empaquetarlos en envases secundarios consistentes y emprender la ruta hacia los establecimientos comerciales. También cabe la posibilidad de enfardarlos con flejes, que ayudan a ahorrar material. La empresa Bandall, expositora en la Interpack, acaba de lanzar al mercado una enfardadora modular totalmente automática que forma parte de una serie íntegramente renovada de máquinas automáticas. Ha sido especialmente concebida para su uso en empresas de envasado primario o de co-packing. Los productos enfarjados se atan con un fleje, lo que permite ahorrar, según indica la empresa, hasta un 80 % de material en comparación con el enfardado mediante film retráctil. Además, está previsto conferir aún mayor flexibilidad a este sistema combinándolo con una impresora que, durante la misma operación de flejado, imprima distintos datos.
Prácticos envases con cierre de clip
Los envases con cierre de clip no solo están indicados para los alimentos. La empresa Poly-clip System los desarrolló en un principio para la industria cárnica, pero hoy por hoy se utilizan también en el ámbito non food; por ejemplo, para pegamentos y selladores o para productos preparados. El sistema clip-pak consta de una bolsa con un cierre de clip en cada extremo y es apto para numerosos sectores, aparte del alimentario. Por ejemplo, para aplicaciones químicas y farmacéuticas, alimentación animal o productos higiénicos; en definitiva, para envasar infinidad de contenidos en diferentes estados de liquidez, pudiendo ser incluso altamente viscosos. En el caso de los pegamentos y los selladores, el sistema clip-pak constituye una alternativa a los cartuchos. Paralelamente, la empresa ha desarrollado una nueva selladora-clipadora automática que proporciona una gran flexibilidad para marcar el producto en dos colores; por ejemplo, para aplicar los símbolos de peligro. Esta máquina procesa el film plano de la bobina y lo convierte en bolsas listas para llenar y cerrar con seguridad. El objetivo es ahorrar más del 90 % de material de envasado frente a los cartuchos desechables y reducir alrededor del 30 % de los costes en concepto de envases.
Siempre que los productos non food requieran una protección especial o una barrera contra gases y humedad, pueden utilizarse bolsas al vacío como las que ofrece Allfo, otro de los expositores de la interpack. Estas permiten proteger adecuadamente componentes electrónicos, mecánicos o material a granel frente a agentes externos como la humedad o la suciedad. Es el caso de artículos como tornillos, tuercas, granulados y demás piezas pequeñas o mínimas, que no deben humedecerse porque, de lo contrario, se oxidarían o apelmazarían. Otro factor perjudicial para algunos productos delicados es que se produzca un rozamiento excesivo durante el transporte. Esto puede prevenirse mediante bolsas al vacío, que permiten envasar con firmeza y seguridad incluso material a granel. Las bolsas de film compuesto de PA/PE se prestan para envasar al vacío hasta productos puntiagudos o afilados, ya que impiden que rasguen el envase, en envasadoras de campana convencionales.
Otros productos non food menos sensibles —como juguetes, cosméticos, repuestos o accesorios de ferretería— pueden envasarse con seguridad en bolsas fabricadas con un nuevo papel de embalar, el Mitsubishi HiTec Paper. Este papel de 75 g a base de fibra nueva destaca por su particular aptitud para el sellado en caliente y es una alternativa sostenible a los envases de plástico existentes fabricados con films simples o compuestos. El nuevo papel ha sido ensayado en envasadoras de fabricantes destacados, cuenta con los certificados FSC y PEFC y puede imprimirse con técnica offset o flexografía.